Si dejáis las labores de limpieza sin hacer por una o dos semanas, es muy probable que la situación se salga de control. Por eso necesitaréis una rutina de limpieza diaria.
Empezad por dividir vuestra casa en zonas para establecer nuevas rutinas. Os proponemos cuatro pero podéis organizaros como mejor os convenga. Pueden ser: cocina y lavadora; recibidor, salón y comedor; dormitorios y baño; y dormitorios infantiles y despacho.
Así, al dedicar a las tareas de limpieza unos minutos cada día, el fin de semana no será necesaria una maratón de limpieza y podréis dedicar vuestro descanso a otros pasatiempos. Podéis controlar el tiempo dedicado a cada tarea mediante una alarma, por ejemplo.
Esta rutina de limpieza diaria ideal variará de una persona a otra, lo que funciona para uno no necesariamente funciona para otro. Las necesidades cambian según el tamaño de la vivienda, el horario de trabajo, etc.
Establecer esta rutina de limpieza diaria requiere un poco de ensayo y error para adaptarla a vuestro horario y estilo de vida específicos. Modificad las tareas que no funcionen hasta conseguir la rutina perfecta para vosotros.
Todas las rutinas de limpieza diaria deben tener estos pasos en común:
1. HACER LA CAMA
Empezad el día con buen pie, haciendo la cama. Veréis vuestra habitación más ordenada. Dejad que se ventile mientras realizáis otras tareas y antes de salir, la hacéis.
2. SUELOS
Todos los días, o la mayoría, haced un barrido rápido de los suelos del comedor y la cocina para eliminar restos de comida. Con escoba o si es necesario, usad el aspirador.
Cada dos o tres días, fregad el suelo de varias estancias para conseguir una mejor limpieza.
3. ENCIMERAS
Después de cada comida, recoged y limpiar las encimeras de la cocina. Además, al finalizar las comidas, fregad los platos, no dejéis que se acumulen en la pila.
Cuando os estéis duchando, revisad y repasad rápidamente las encimeras del baño.
Un consejo es tener las superficies de las encimeras despejadas, con los objetos innecesarios guardados. Así ahorraréis tiempo a la hora de limpiar.
4. DESORDEN
El desorden es diferente para cada persona y familia.
Este desorden puede ser juguetes, ropa y calzado, correspondencia publicitaria o papeles para archivar, u objetos que se deben guardar o reciclar/tirar.
Las podemos llamar zona desastre y son mesas auxiliares, sillas, superficies que atraen papeles y ropa.
Para lograr una casa organizada deberéis tirar los objetos que no os gustan ni utilizáis. Los artículos que se deban guardar, colocadlos en su sitio pertinente. Al reciclar y deshaceros de objetos que no necesitáis ganáis espacio y ahorráis tiempo de limpieza en un futuro.
Es importante hacer una lista de todas vuestras pequeñas áreas de desorden y dedicar cada día unos minutos a ir ordenándolas.
5. HABITACIÓN DEL CAOS
Es la típica estancia a la que va a para todo aquello que no sabéis dónde guardar o no tiene un sitio fijo. Una especie de trastero desordenado.
Para arreglar esta habitación deberéis ir poco a poco, dedicándole unos minutos cada día para no hacerlo de golpe. Al principio no notaréis la diferencia, pero al cabo de unos días ya será una habitación aprovechable.
6. LAVAR LA ROPA
Si sois muchos convivientes, es posible que tengáis que poner una lavadora al día o cada dos.
Podéis ponerla en ciclo corto antes de iros a trabajar o al llegar del trabajo. Pero siempre que termine el lavado, tendedla de inmediato.
Cuando esté seca la colada, no dejéis que se amontone. La plancháis (si es necesario), la dobláis y la guardáis en el armario correspondiente.
7. RECOGER ANTES DE DORMIR
La rutina nocturna es recoger antes de irse a dormir.
Por ejemplo, si os habéis duchado, ordenad el baño.
El comedor y la cocina dejadlos limpios y en orden: La mesa recogida, el lavavajillas puesto (si es necesario), los cubiertos y platos fregados y la encimera y mesas despejadas.
8. MANTENER LA RUTINA
Ahora deberéis interiorizar la rutina diaria de limpieza e intentar mantenerla.
Aunque si algún día no podéis hacerlo todo, no pasa nada. Podéis priorizar las tareas y al día siguiente dedicar un rato más.
9. BONUS: LIMPIEZA EXPRÉS
Si aparece una visita inesperada y tenéis poco tiempo, las tres estancias clave son: cocina, comedor y baño.
Colocad bien los cojines del sofá, revisad las encimeras de cocina y baño, limpiad los sanitarios, etc. En las tres habitaciones, barred y fregad y listo.
10. OTRAS RUTINAS
Además de estas rutinas diarias de limpieza, necesitáis tener un plan semanal y otro mensual.
Si alguna semana tenéis menos tiempo, destinad cada día solo a una actividad. Un ejemplo de esta rutina sería: Los lunes suele ser el mejor día para organizar la semana en general. El martes podéis hacer la compra de productos frescos y el miércoles revisión de papeles. El jueves, recados.
En cuanto a los quehaceres mensuales, hay algunas tareas habituales cada mes, como la limpieza de la nevera. Otras cada tres meses, como puesta a punto del congelador. Varias un par de veces al año como las alfombras, las cortinas, etc. Con el calendario, planifica todas estas tareas mensuales para que no se os olviden.
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¡Hasta el próximo post!