CÓMO LIMPIAR EL POLVO DE TU HOGAR

CÓMO LIMPIAR EL POLVO DE TU HOGAR

La acumulación de polvo en tu hogar, local u oficina puede derivar en enfermedades respiratorias.

En estas líneas te explicamos por qué limpiar el polvo con frecuencia y cómo hacerlo.

¿POR QUÉ HAY QUE LIMPIAR EL POLVO CON FRECUENCIA?

Tanto en el hogar como en otros espacios como tu empresa o local, es necesaria una limpieza asidua del polvo. El polvo perjudica a órganos del aparato respiratorio como nariz y boca, tráquea, pulmones, bronquios y bronquiolos.
Las consecuencias de la acumulación de este polvo pueden ser incluso enfermedades como: asma, alveolitis alérgica, hasta cáncer.

Un estudio de la Universidad de George Washington, mediante un análisis del polvo de las casas, ha afirmado que en él existen decenas de productos químicos tóxicos.

Gran parte de los productos que empleamos en el hogar contienen sustancias químicas dañinas. Éstas se sueltan en el aire y quedan retenidas en el polvo, depositándose en elementos de la casa y en el suelo.
Los convivientes respiramos pequeñas partículas de este polvo tóxico, además de absorberlas por la piel. Este polvo tóxico puede perjudicar nuestra salud y la de bebés y niños pequeños, ya que éstos tocan todo y seguidamente se llevan las manos a la boca.

Una de estas sustancias tóxicas son los ftalatos, presentes en recipientes de alimentos, spray para el pelo, cosméticos y jabones. Los ftalatos están relacionados con problemas de salud tales como: asma, TDAH, cambios hormonales y menopausia precoz.

En este estudio, se aprecia que el ftalato DEHP es el que aparece en mayor porcentaje en las partículas del polvo. Además, en grandes cantidades se hallaron fenoles, retardantes de llama y otros productos químicos altamente fluorados.

También se encontraron 45 productos químicos tóxicos que están presentes en productos de consumo y de uso doméstico, como: suelos de vinilo, productos de aseo y de limpieza y materiales de construcción.
De estos indicados 45, diez productos químicos nocivos están la gran mayoría de las muestras de polvo. Uno de ellos, el TDCIPP, es un retardante de llama que daña el hígado. Puede estar presente en muebles, productos para bebés y otros artículos para el hogar.

¿Cómo puedes protegerte de estos productos químicos? Además de realizar limpiezas frecuentes del polvo para que no quede en el aire, evita el uso de productos nocivos. Por ejemplo, reduce el uso de plásticos y emplea productos ecológicos y naturales. También te aconsejamos el lavado constante de manos: las tuyas, las de bebés y niños.

EVITAR QUE EL POLVO ENTRE EN LA VIVIENDA

Antes de acabar con el polvo que esté en la casa, te compartimos unas recomendaciones para conseguir que entre menos polvo en tu hogar. Así ahorrarás tiempo limpiando.

  1. Elige siempre productos eficaces atrapando el polvo. Y haz limpiezas frecuentes con ellos.
  2. Intenta limpiar semanal o quincenal el polvo acumulado debajo de los muebles grandes como: sillones, sofás, alfombras, mesitas auxiliares y escritorios.
  3. Elimina el polvo de bajo de la cama con un aspirador o una escoba de fibras duras. No uses los de la cocina, ya que podrías ensuciar las otras estancias con grasa.
  4. En un lugar habilitado, sacude las alfombrillas y alfombras un par de veces por semana. Además, pasa la aspiradora por ellas.
  5. Descálzate al llegar a casa. Coloca un zapatero en la entrada y deja ahí el calzado. También puedes llevar los zapatos al balcón para que no ensucien la vivienda.
  6. Sacude diariamente las prendas que te hayas puesto antes de guardarlas en el armario.
  7. En el momento de limpiar el polvo de los armarios, sacude las sábanas y demás ropa de cama antes de volver a guardarlas. En otro apartado te lo contamos más detalladamente.
    Un consejo: limpia frecuentemente el interior de los armarios para evitar que se acumule polvo, mal olor o humedad.
  8. Para mantener la casa sin polvo, pasa un paño de microfibra a diario por las zonas más críticas. Con esta acción también ayudas a evitar la aparición de problemas de respiración o reacciones alérgicas.
  9. Para impedir que se cuele más polvo en la casa, puedes sellar con burletes las rendijas de las ventanas o el hueco de debajo de la puerta.

CÓMO LIMPIAR EL POLVO DE TU HOGAR

A continuación, te mostramos cómo eliminar el polvo en las superficies de tu hogar.

VENTILAR ANTES DE LIMPIAR

En anteriores entradas del blog ya hemos mencionado los beneficios de airear la casa, consigues un aire más limpio.
Abre las ventanas antes de comenzar la limpieza, sino el polvo retornará a las superficies. Un consejo: ventila a primera hora de la mañana, cuando el aire está más limpio. Airea la casa por estancias, para que el polvo no se reparta.

Es suficiente con abrir las ventanas durante 10 minutos, para que la temperatura exterior no afecte a tu hogar. Si en la casa algún conviviente es alérgico a los ácaros, deja las ventanas abiertas durante más tiempo, una media hora.

PRODUCTOS REPELENTES DEL POLVO

Ubica cerca productos para atrapar el polvo de forma eficaz: plumeros, paños de microfibra, trapos antiestáticos, aspiradora, etc.

Cuando acabes de eliminar el polvo, aplica otros productos que lo repelan y retrasan su aparición. Estos productos eliminan la electricidad estática que atrae el polvo. Por ejemplo, existen los sprays antiestáticos para pantallas de TV y ordenadores. También hay sprays para tejidos, que se aplican sobre tapicerías o cortinas.
Por otro lado, para los muebles de madera, usa productos que lleven cera de abeja.

Si vas a pintar algún mueble, hazlo con pinturas especiales que evitan que se adhiera el polvo.

Y si quieres evitar químicos, puedes crear tu propio producto antipolvo. En un aerosol, mezcla un vaso de agua, cinco cucharaditas de vinagre blanco y dos cucharaditas de aceite de oliva. Primeramente aplícalo por la parte alta de los muebles y seguidamente en las inferiores, para no manchar lo que ya está limpio.

ASPIRADORA

Este dispositivo es más eficaz que la escoba, ya que la escoba no recoge todo el polvo.
Si vas a cambiar tu aspiradora por una nueva, elige una con filtro HEPA. Estas aspiradoras logran atrapar partículas de polvo muy pequeñas, por lo que la limpieza será más profunda.

Frecuentemente aspira los suelos y alfombras de bajo de las camas, de los muebles y del sofá. Tampoco dejes de lado las zonas con cables, como la parte de atrás del mueble de la tele o el ordenador.

Además del aspirador tradicional, pueden ayudarte algunos más modernos. Un aspirador de mano será útil para tapicerías y otras superficies. Usa la boquilla más larga y estrecha de este aspirador para limpiar el polvo de debajo de la cama. Otro aspirador moderno es el famoso robot, que limpiará los suelos de manera independiente.

SUELOS

Para acabar con el polvo de los suelos, lo primero es pasar los citados aspiradores.

El último paso cuando quitas todo el polvo de la casa es fregar el suelo, después de tener limpios los muebles, superficies y el suelo aspirado. Si friegas el suelo a menudo consigues acabar con los restos de polvo que haya.

Con la fregona bien escurrida para que el suelo no quede húmedo, empieza limpiando el suelo desde el fondo de la estancia hacia la entrada. Con esta táctica evitas pisar las partes ya fregadas.

¿Quieres lograr una mejor limpieza del polvo en el suelo? Puedes utilizar dos aparatos: otro robot aspirador, en este caso con mopa húmeda y un purificador de aire. El purificador filtra el aire y elimina las partículas de polvo del ambiente. Es la solución ideal para los alérgicos al polvo, a los ácaros o al polen.

MUEBLES

Sigue este orden al limpiar el polvo de los muebles: primero empieza por las partes más altas y continúa hacia abajo.

Para llegar a todos los rincones de las superficies más altas, ayúdate de un plumero de microfibra con mango telescópico.

Para el resto de zonas, pasa un trapo de microfibra humedecido en agua o vinagre blanco. El vinagre desinfectará y limpiará en profundidad los muebles. Este producto sirve para superficies de plástico o madera. En los muebles de madera recupera su antiguo brillo.
Si tus muebles son de madera maciza, no uses producto, solo pasa un paño de microfibra seco.

Si vas a lacar los muebles, te recomendamos no hacerlo. El polvo se adhiere más a los muebles lacados. Mejor aplica en tus muebles las nuevas pinturas antipolvo.

Al acabar de quitar el polvo, lava los utensilios con agua y jabón (o vinagre blanco), para eliminar la suciedad que tengan.

MUEBLES BARNIZADOS

Los muebles barnizados son diferentes a los del apartado anterior. Estos muebles y los muebles pulidos son los que menos polvo desprenden, ya que cuentan con una “capa” extra.

Para atrapar el polvo, usa un paño de microfibra o un plumero electroestático. ¿Y por qué este plumero? El plumero tradicional solo mueve el polvo de un sitio a otro. Un truco de limpieza es humedecer ligeramente el paño, para que el polvo se pegue a él.

productos y utensilios para quitar el polvo limpieza domestica

ELECTRODOMÉSTICOS

No dejes sin quitar el polvo de los electrodomésticos, esta suciedad atasca su funcionamiento, por ejemplo: los filtros del aire acondicionado, del sistema de calefacción y de la refrigeración.

Los electrodomésticos que acumulan más polvo (en su superficie) son los totalmente expuestos como: la lavadora, la cafetera, la tostadora o el microondas. Para recogerlo, pasa una bayeta humedecida con agua y jabón (o con agua y vinagre blanco).

Para limpiar el polvo de electrodomésticos con pantallas, como el televisor, emplea agua destilada y alcohol isopropílico.

ARMARIOS

Aunque parezca que no, el polvo también se amontona en el interior de los armarios, sobre todo en los de la ropa. Si hay bastante cantidad puede incluso ensuciar la ropa limpia y la nueva.

Para evitar manchar la ropa y el armario, un consejo es que ventiles el armario todos los días. También límpialo una vez por semana con un paño humedecido en vinagre blanco o tu limpiador favorito. Si el armario es de madera delicada, que el material de este paño sea microfibra.

LIBROS Y ESTANTERIAS

Anualmente, lleva a cabo una limpieza profunda de todos los libros y estanterías. Saca los libros de las estanterías uno a uno y pasa un plumero o paño antiestáticos. Aprovechando que las estanterías están vacías, límpialas a fondo.

Para evitar que el polvo se cuele entre los libros, colócalos todos juntos, sin dejar espacios entre ellos.

PAREDES, PUERTAS Y PERSIANAS

Puede que no notes el polvo en las paredes y puertas, pero si pasas un dedo verás que existe. Para mantener limpias las paredes, quita el polvo al menos una vez al mes. Pero no emplees productos que puedan dañar la pintura.

En el caso de las puertas, pasa por toda su superficie un trapo o paño de microfibra seco o humedecido con un limpiador eficiente.

Para atrapar el polvo de las persianas necesitarás una vaporeta o un aspirador. Luego solo tendrás que utilizar una esponja y jabón para quitar el resto de la suciedad.

NO ACUMULES

Practica el minimalismo. Cuantos más adornos o decoraciones tengas, más polvo atraerán y más difíciles serán de limpiar. Que tus estancias sean sencillas y poco recargadas.

Igualmente, intenta no decorar las esquinas para que no se esconda en ellas el polvo.

También evita tener muchas alfombras. Éstas son un imán para el polvo y las bacterias. Prescinde de ellas sobre todo en dormitorios infantiles. Y durante el verano, que son menos necesarias.
Y si no quieres deshacerte de ellas, aspíralas con mucha frecuencia y de manera exhaustiva.

RINCONES

Como hemos afirmado en el apartado anterior, la suciedad tiende a esconderse en esquinas y rincones. Cuando lleves a cabo una limpieza general de la casa, haz hincapié en paredes y techos, la parte trasera de los muebles, los lugares en los que hay cables y enchufes y cualquier recoveco que se te ocurra.

No dejes de lado a las bombillas. Con cuidado, pasa de vez en cuando un paño a las bombillas de tus lámparas y focos. La suciedad acumulada hace que pierdan luminosidad.

HABITACIÓN INFANTIL

Estas estancias son más delicadas que los dormitorios comunes. El mejor consejo para evitar el polvo en las habitaciones infantiles es no acumular objetos ni dejarlos esparcidos.

Para mantener el orden, mete los juguetes y peluches en cajas con tapa, en un baúl o en cajones. Retira con los que ya no jueguen.

Puedes poner en el lavavajillas los juguetes de plástico.
Para limpiar los juguetes electrónicos, pasa por su superficie un paño humedecido con agua y jabón neutro o una toallita húmeda.
Estas toallitas húmedas también son útiles para desinfectar otros objetos que los niños tocan continuamente: interruptores, ordenadores, mandos.

Para facilitar la eliminación del polvo en cortinas y ropa de cama, elige telas que sean lavables.

Como te acabamos de mencionar, mejor no tener alfombras. Si las tienes, que sean lavables y mételas en la lavadora con frecuencia. Si no se pueden lavar, aspíralas diariamente.

DORMITORIOS EN GENERAL

Te los explicamos por zonas.
En primer lugar, te hablamos del colchón. En él se ocultan alérgenos. Te recomendamos protegerlo con una funda hipoalergénica, las almohadas también. Estas fundas tienen una estructura muy densa que impide el paso de estas partículas y de los ácaros. Lava estas fundas a alta temperatura cada dos meses para acabar con los ácaros acumulados.

También te aconsejamos airear diariamente el colchón, antes de hacer la cama.
Una vez al mes, dale la vuelta al colchón y cambia la funda. Aprovecha y pásale el aspirador.
Si tienes vaporeta, puedes usarla de vez en cuando: coloca el colchón de pie, pasa la vaporeta y déjalo secar.

¿Vas a renovar tu colchón? Elige uno de esponja, látex o viscoelástico. Los de muelles son huecos en su interior, espacios donde puede acumularse el polvo.
El último consejo para el colchón es usar (sobre la cama) cada 2-3 días sprays purificadores, que absorben la humedad y los alérgenos.

Es el turno del polvo en la ropa de cama. Para evitarlo, escoge sábanas, colchas y mantas fabricadas con fibras sintéticas, o que tengan una alta proporción de ellas.

Si tus favoritas son las sábanas y colchas naturales, te advertimos que deberían ser 100% de algodón para meterlas en la lavadora a más de 60 °C. Se lava a esta temperatura para acabar con los ácaros. Otra opción es lavar en seco los textiles a un mínimo de 55 °C.

Cambia y lava las sábanas semanalmente. Si es invierno y estás usando las mantas y los edredones, lávalos cada 15 días.
Además, deberás lavar esta ropa de cama antes de guardarla después del invierno y al sacarla para usarla en esta estación. Cuando ya no la vaya a utilizar y esté limpia, métela en bolsas al vacío, estas bolsas repelen el polvo y otros alérgenos. Las prendas de ropa estacionales como abrigos o camisetas cortas también deberás lavarlas antes de sacarlas y antes de guardarlas.

¿Y en cuanto a las almohadas? Todos los días airéalas y sacúdelas para eliminar el polvo y la humedad que se hayan creado durante la noche. Como te hemos dicho, ponles fundas antiácaros. Lava la funda de la almohada como las sábanas, una vez a la semana.
Mete la almohada en la lavadora dos veces al año, tanto si es sintética como si es de plumas. Selecciona un programa corto especial para prendas delicadas, con agua fría. Aunque haz caso a las recomendaciones del fabricante de cada almohada.

Toca aconsejar sobre los rellenos de almohadas y edredones. Siempre han recomendado que fueran sintéticos. Sin embargo, estudios recientes han confirmado que también los rellenos de plumas y plumones son una buena barrera antiácaros.

Terminamos estas recomendaciones hablando del polvo en las cortinas de las habitaciones. Aspíralas a menudo y lávalas una vez al mes o cada dos. Tiéndelas húmedas para no tener que plancharlas.

 

¿Y tú, limpias el polvo habitualmente?

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